jueves, 2 de diciembre de 2010
Sin tetas no hay paraíso.
jueves, 9 de septiembre de 2010
Más no es siempre mejor.
Mas comodidad pero menos tiempo.
Nivel educativo y conocimientos mayores, pero menos sentido común y criterio.
Más expertos, pero también mas problemas,
Más medicina pero menos saludabilidad.
Nos mostramos frívolos, despreocupados, reímos demasiando poco, nos enfadamosdemasiado fácil y con más frecuencia, nos levantamos más tarde leemos demasiado poco,vemos demasiada televisión y somos menos considerados y respetuosos.
Multiplicamos nuestras posesiones pero dividimos nuestros valores,
Hablamos demasiado, mentimos en exceso y amamos demasiado poco.
Aprendimos como ganarnos el sustento pero no la vida.Tenemos años para vivir, pero no para añadrr.
Edificos más altos y calles más anchas, pero puntos de vista más reducidos.
Gastamos mucho, pero tenemos menos.
Compramos más, pero lo gozamos menos.
Fuimos y volvimos a la luna infinitas veces pero somos incapaces de cruzar la calle paraayudar a nuestro vecino.
Somos capaces de partir átomos pero no nuestros perjuicios.
Escribimos y planificamos más pero aprendemos y cumplimos menos.
Aprendimos a correr y no a esperar.
Construimos más ordenadores para guardar y multiplicar más información más rápido, pero tenemos menos comunicación personal.
Tenemos más cantidad y menos calidad.
Tenemos más tiempo libre, pero menos ocio.
Muchos más tipos de comida, pero menos alimentación
Dos salarios pero más divorcios..
… y no creía que la vida lo forman momentos de disfrute y no luchas por la supervivencia…
domingo, 15 de agosto de 2010
Del desinterés desinteresado de los politicos...
Que los políticos actúan la mayor parte del tiempo de cara a la galería y para entretener a sus incondicionales lo sabemos por lo menos desde que el señor Feij00nueve -el único presidente con licencia para gobernar- se dejó fotografiar con su manguerita durante la ya tan asentada temporada de los incendios veraniegos que sufrimos todos los gallegos y los que no se sienten gallegos durante los veranos. Con la única excepción de que la susodicha foto se hizo como acto de campaña electoral y durante el gobierno bipartito. En materia de fuegos en Galicia todas las intenciones son buenas pero tener lo que hay que tener para reducirlos -o por lo menos eliminarlos- no lo tuvo ni Fraga, que le iba bien que Cuiña le vendiese el equipo a las brigadas contraincendios, ni Touriño, ni tampoco Feijoo.
miércoles, 28 de julio de 2010
Canarias 1991, Catalunya 2010... (continuará!)
jueves, 1 de julio de 2010
Donde dije digo digo Diego....
sábado, 29 de mayo de 2010
La leche que es la leche!
miércoles, 19 de mayo de 2010
Dejando de creer en los dioses...
martes, 27 de abril de 2010
Juzgar el libro por la portada...
lunes, 19 de abril de 2010
Las leyes fundamentales de la estupidez humana.
A primera vista esta afirmación puede parecer trivial, o más bien obvia, o poco generosa, o quizá las tres cosas a la vez. Sin embargo, un examen más atento revela de lleno la rotunda veracidad de esta afirmación. Cipolla considera que por muy alta que sea la estimación cuantitativa que se haga de la estupidez humana, siempre quedaremos sorprendidos de forma repetida y recurrente por el hecho de que:
personas que uno ha considerado racionales e inteligentes en el pasado resultan ser inequívocamente estúpidas;
día tras día, con una monotonía incesante, vemos cómo entorpecen y obstaculizan nuestra actividad individuos obstinadamente estúpidos, que aparecen de improviso e inesperadamente en los lugares y en los momentos menos oportunos.
La Primera Ley Fundamental impide la atribución de un valor numérico a la fracción de personas estúpidas respecto del total de la población. Cualquier estimación numérica resultaría ser una subestimación. Por ello en las líneas que siguen se designará la proporción de personas estúpidas en el seno de una población con el símbolo σ.
Segunda Ley Fundamental: La probabilidad de que cierta persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de esa persona.
No todos los humanos son iguales ya que unos son más estúpidos que otros. Según Cipolla, el grado de estupidez viene determinado genéticamente por la naturaleza pero no está asociado a ninguna otra característica de raza, sexo, nacionalidad o profesión.
El profesor Cipolla realizó amplios estudios demográficos con muy diversos sectores de la población. Inicialmente afirma haber comprobado que entre los trabajadores "de cuello azul" existía una fracción σ de estúpidos y que esa fracción era mayor de lo que esperaba, con lo que se confirmaba la primera Ley. Sospechando que podía deberse a falta de cultura o a marginalidad social estudió muestras de trabajadores "de cuello blanco" y a estudiantes, comprobando que entre ellos se mantenía la misma proporción. Más sorprendido aún quedó al medir el mismo parámetro entre los profesores de universidad. Decidió por tanto expandir sus estudios hast
a la élite de la sociedad, los laureados con el Premio Nobel. El resultado confirmó el poder supremo de la naturaleza: una proporción σ de laureados con el Nobel son estúpidos.
Tercera Ley Fundamental (o de Oro): una persona estúpida es aquella que causa pérdidas a otra persona o grupo de personas sin obtener ninguna ganancia para sí mismo e incluso incurriendo en pérdidas.
El análisis de costes y beneficios de Carlo M. Cipolla permite clasificar a los seres humanos en cuatro tipos de personas, cada uno de los cuales ocupa un cuadrante en un sistema de coordenadas. Si representamos en el eje de abcisas el beneficio, positivo o negativo, que obtiene el individuo y en el eje de ordenadas el beneficio (+) o coste (-) que causa a los demás, podemos definir y estimar las coordenadas de los siguientes tipo
Distribución de Frecuencia
La mayoría de los individuos no actúa consistentemente. Bajo ciertas circunstancias una persona puede actuar inteligentemente y en otras actuar como desgraciado. La única importante excepción a esta regla es la de las personas estúpidas que normalmente muestran una fuerte tendencia hacia un comportamiento estúpido en cualquier actividad o empresa. Para los demás, podremos calcular su posición en el eje de coordenadas del gráfico 1 como una media de los resultados de sus acciones en términos de costes y beneficios causados sobre sí mismos y sobre los demás. Esta posibilidad nos permite hacer la siguiente digresión:
Consideraremos un "bandido perfecto" aquel que mediante sus acciones obtiene para sí mismo un beneficio igual al coste que origina en los demás. Es el caso del ladrón que roba a otro cien euros sin causarle ningún coste adicional. Esta situación puede ser definida como un "juego de suma cero" en el que el conjunto de la sociedad ni gana ni pierde. El "bandido perfecto" quedaría representado en el eje de coordenadas del gráfico 2 sobre la línea OM que bisecta el cuadrante B.
Sin embargo los "bandidos perfectos" son relativamente escasos. Es más frecuente que haya "bandidos inteligentes" (Bi) que obtienen más beneficios que los costes que causan, o "bandidos estúpidos" (Be), que para obtener algún beneficio causan un coste alto a los demás. Desgraciadamente los bandidos que permanecen por encima de la línea OM son relativamente poco numerosos. Es mucho más frecuente el individuo Be. Ejemplo de este último puede ser el ladrón que destroza los cristales de un coche para robar su radio o el que asesina a alguien para irse con su mujer a pasar un fin de semana en Montecarlo.
El poder de la estupidez
Los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido. Una persona inteligente puede entender la lógica de un bandido. Las acciones de un bandido siguen un modelo de racionalidad. El bandido quiere obtener beneficios. Puesto que no es suficientemente inteligente como para imaginar métodos con que obtener beneficios para sí procurando también beneficios a los demás, deberá obtener su beneficio causando pérdidas a su prójimo. Ciertamente, esto no es justo, pero es racional, y siendo racional, puede preverse. En definitiva, las relaciones con un bandido son posibles puesto que sus sucias maniobras y sus deplorables aspiraciones pueden preverse y, en la mayoría de los casos, se puede preparar la oportuna defensa.
Con una persona estúpida todo esto es absolutamente imposible. Tal como está implícito en la Tercera Ley Fundamental, una criatura estúpida nos perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más improbables y más impensables. No existe modo racional de prever si, cuando, cómo y por qué, una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado.
Puesto que las acciones de una persona estúpida no se ajustan a las reglas de la racionalidad, es lógico pensar que tienen todas las de ganar porque:
generalmente el ataque nos coge por sorpresa.
incluso cuando se tiene conocimiento del ataque, no es posible organizar una defensa racional porque el ataque, en sí mismo, carece de cualquier tipo de estructura racional.
El hecho de que la actividad y los movimientos de una criatura estúpida sean absolutamente erráticos e irracionales, no sólo hace problemática la defensa, sino que hace extremadamente difícil cualquier contraataque. Y hay que tener en cuenta también otra circunstancia: la persona inteligente sabe que es inteligente; el bandido es consciente de que es un bandido y el desgraciado incauto está penosamente imbuido del sentido de su propia candidez. Pero al contrario que todos estos personajes, el estúpido no sabe que es estúpido y esto contribuye en gran medida a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su poder devastador.
Cuarta Ley Fundamental: Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento, lugar y circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error.
No hay que asombrarse de que las personas desgraciadas e incautas, es decir, las que en los gráficos 1 y 2 se sitúan en el cuadrante D, no reconozcan la peligrosidad de las personas estúpidas. El hecho no representa sino una manifestación más de su falta de previsión. Pero lo que resulta verdaderamente sorprendente es que tampoco las personas inteligentes ni los bandidos consiguen muchas veces reconocer el poder devastador y destructor de la estupidez. Es extremadamente difícil explicar por qué sucede esto. Se puede tan sólo formular la hipótesis de que, a menudo, tanto los inteligentes como los bandidos, cuando son abordados por individuos estúpidos, cometen el error de abandonarse a sentimientos de autocomplacencia y desprecio en lugar de preparar la defensa y segregar inmediatamente cantidades ingentes de adrenalina ante tamaña situación de peligro.
Uno de los errores más comunes es llegar a creer que una persona estúpida sólo se hace daño a sí misma, pero esto no es más que confundir la estupidez por la candidez de los desgraciados.
A veces hasta se puede caer en la tentación de asociarse con un individuo estúpido con el objeto de utilizarlo en provecho propio. Tal maniobra no puede tener más que efectos desastrosos porque:
a) está basada en la total incomprensión de la naturaleza esencial de la estupidez y
b) da a la persona estúpida la oportunidad de desarrollar sus capacidades aún más allá de lo originalmente supuesto. Uno puede hacerse la ilusión de que está manipulando a una persona estúpida y, hasta cierto punto, puede que incluso lo consiga, pero debido al comportamiento errático del estúpido, no se pueden prever todas sus acciones y reacciones y muy pronto uno se verá arruinado y destruido sin remedio.
A lo largo de los siglos, en la vida pública y privada, innumerables personas no han tenido en cuenta la Cuarta Ley Fundamental y esto ha ocasionado pérdidas incalculables.
Macroanálisis y Quinta Ley Fundamental: La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe.
Las consideraciones finales de la Ley cuarta nos conducen a un análisis de tipo "macro", según el cual, en lugar del bienestar individual, se toma en consideración el bienestar de la sociedad, definido, en este contexto, como la suma algebraica de las condiciones del bienestar individual. Es esencial para efectuar este análisis una completa comprensión de la Quinta Ley Fundamental. No obstante, es preciso añadir que de las cinco leyes fundamentales, la Quinta es, de largo, las más conocida.
de Carlo Maria Cipolla "Allegro ma non troppo".
lunes, 15 de marzo de 2010
Pensamientos sexuales, qué no impuros.
sábado, 13 de marzo de 2010
Anecdotario Erasmusiano (2ª parte): Estereotipando a todo dios...
Si en la primera parte hablé del choque cultural relativo (digo relativo porque uno ya sabe más o menos lo que le espera) que supuso para nosotros el cambio de nuestros países a Alemania, para esta segunda parte me he reservado las diferencias interculturales que pude observar entre los que compartimos nuestro día a día, porque a pesar de vivir cada uno en su respectiva habitación, a la hora de la comida coincidíamos todos en una de las tres cocinas comunitarias que tenía el edificio y era interesante ver los distintos platos y las distintas formas de cocinar que tenía cada uno.
Cabe destacar que los estereotipos que conocía de cada país se cumplían en mayor o menor medida, pero también que en todo el año no había ninguna discusión, pelea o malentendido entre ninguno de nosotros conviviendo personas de 25 países y seis religiones distintas.
Todo un logro, no?
Lo que más me llamo la atención fe el gran parecido en la forma de ver las cosas entre nosotros (los gallegos) y los italianos, y en especial con los de Nápoles. Guardiola lo llamaría feeling especial. Y eso que uno de los napolitanos tenía un concepto más elástico de la propiedad que los demás, porque cada plato, vaso, olla, sartén o botella de aceite de oliva (en Alemania a 8 € el litro) que desaparecía de la zona común volvería a aparecer en su habitación.
Esta elasticidad de lo que el entiende por propiedad se veía reforzada por el hecho de que cuando él cocinaba lo hacía para todo el mundo que quería compartir la comida con él, es decir, podía ser que comíamos tres, cuatro u ocho personas juntos, lo que nos dio pronto un horario muy parecido al de las comidas familiares en casa (con la particularidad que mi madre italiana tenía barba de seis días y masticaba con la boca abierta) forjando así una amistad mas que especial.
Es decir, comíamos después del primer mes en grupos de diez o doce.
Vale, eso tenía como punto positivo de mi estancia erasmusiana que yo solo cociné la primera semana, porque en la segunda ya me admitieron en la famiglia napolitana con el único inconveniente de que el cocinero era vegetariano… Pero, a caballo regalado….
Otra persona que me pareció interesante fue nuestro irlandés. Colín. Por qué? Pues por curiosidad antropomórfica. Ya sé que Irlanda estuvo puteada durante varios siglos por los británicos / Ingleses y que el ser humano es un ser capaz de adaptarse a todas las adversidades posibles.
Yo me refiero a que Colin era una persona que apenas llega a 1.60, pero a la hora ir tomar algo a un pub (evidentemente, pub irlandés; en Düsseldorf había seis, y el los visitaba todos en la misma noche) pues vaciaba la pinta de Guiness con dos tragos y aparte de beberse unas cuantas, pues no sé donde coj**** las metía, porque mientras que yo tenía que ir al baño entre Guiness y Guiness, el, aparte de tragarse algunas más no iba al baño en toda a noche.
Otro aspecto que me hizo gracia fue su fuerte nacionalismo. Es decir, era irlandés y estaba muy muy orgulloso de serlo, a lo mejor me parece interesante este aspecto suyo porque yo veo eso de la pertenencia a una nación o estado como algo casual al haber nacido en Galicia, haber sido exportado a Alemania hasta los 18 y después haber sido reimportado otra vez a Galicia, formando un cacao mental que me hace dudar de que si soy alemán, gallego o español, bueno, a lo que iba. Colin, cada dos por tres te soltaba el rollo que el era de Dublin y que Irlanda se dividía en unas cuantas provincias de las que el Ulster era una de ellas y que solo los counties protestantes formaban Irlanda del Norte, pero los counties católicos seguían perteneciendo a Irlanda, aparte de insistirte cada vez que iba a hacer la compra contigo que la mejor mantequilla era la de Irlanda y que la tenías que comprar porque sino tenías que parar en una farmacia pro aspirinas, porque no te dejaba.
Bueno, si no era la mantequilla, era la carne de cordero, etc. etc.
Otro estereotipo era el de los chinos y el arroz. Pues si, es verdad. Comían una cantidad inmensa de arroz, junto con unas salsas que por el olor que desprendían cuando las cocinaban invitaban a varias cosas entre las que no se encuentra comer.
Lo más gracioso era que cada chino tenía una maquina parecida a las freidoras en las que echabas un kilo de arroz, agua y después de programarla te dejaba el arroz hecho a la hora que querías. Es decir, como los italianos con las cafeteras, pero mas sofisticados.
Otro aspecto desagradable o que no compartimos fue el ruido que hacen a la hora de comer: todo un concierto de sorbos, erruptos y ruido a la hora de masticar…,
Bueno…, en cuanto a los rusos, incluyendo yo aquí en Russia todos los países al este de Alemania, desde Polonia, Chequía, Hungría, Kazaquistan, Armenia, Ucraina y Uzbekistan por el simple hecho de que tenían los erasmusianos de estos países un comportamiento muy parecido, como el hecho del nulo gusto por la cerveza y un gusto exagerado por las comidas de campo y las bebidas de alta graduación, no significando que las comidas de campo y las bebidas de alta graduación venían a la par.
Un detalle que yo probé aquí con Orujo made by my abuelo y que en Russia usan para combatir el frío invernal es hacerse un café con la maquina esa de toda la vida, pero sustituyendo el agua por vodka. No es que ese café te dé calor, te da CALOR y una borrachera instantánea, unas pupilas mas dilatadas que en mi viaje de fin de semana a Amsterdam y una falta de sueño y estar despierto durante varias horas y sin la muy dolorosa resaca que uno se espera.
Bueno, con mi invento con orujo sí que tuve resaca… y rrredios que resaca!
Yendo uno un poco más al norte de Europa, al país que vio nacer (y morir) a los ABBA y a Pipi Calzaslargas, uno llega la la delegación de Suecia, compuesta por cuatro chicas.
Bueno, cuales son los estereotipos de las Suecas? Que son todas altas y rubias, no? Pues no, equivocado. De altas no tenían nada, salvo que me llaméis alto a mí. Tenían una estatura mediterránea de 1.60 a 1.70 y en cuanto a la cabellera rubia…, enfin, rubio rubio era, pero rubio de bote, porque cuando se dejaron de colorear el pelo se asomaba una cabellera negra por debajo que no veas.
Bueno… y en cuanto a las calzas largas, tampoco las llevaban. Iban mas bien con mini-falda.
Sus costumbres; formaban el grupo mas raro de todos. Se levantaban sobre las seis y medía de la mañana, para desayunar a las siete y estudiar antes de clase y comer al mediodía a las 12…, es decir, comían a la hora a la que muchos ni siquiera habían desayunado.
En cuanto al menú sueco, pues comían mucho cocido y con salmón. Es decir, patatas cocidas con salmón, arroz con salmón, pasta con salmón, verduras con salmón, bocatas de salmón...
En cuanto a la delegación española. Eramos los mas raros. Porque de los que estuvimos este año en Alemania, creo que éramos los que menos alemán aprendimos.
Pero eso si, a la hora de organizar las fiestas, barbacoas, excursiones etc éramos aparte de los primeros, de los mejores.
Qué suerte que yo llevaba mi alemán aprendido desde aquí, porque si no mal lo habría pasado.
Alemán hablamos poco, pero enfín, he aprendido a hablar italiano (y no solo los insultos) catalán y mejoré mi ingles notablemente, por lo que no creo que debería haberme arrepentir de haber escogido ese destino.
En cuanto a los estereotipos nuestros no sé lo que piensan de nosotros fuera de España, pero de una cosa estoy seguro: piensen lo que piensen, nos hemos esforzado como nunca.