viernes, 28 de marzo de 2008

El culto al cuerpo... (1ª Parte). Los gimnasios.






Muchos somos los que entramos en esa espiral incongruente de. tras un largo dia de trabajo, con el consiguiente cansancio acumulado (y acumulada) nos torturamos aún más autorizando a una mujer atractiva en sus mejores años a retirarnos cada tercer dia de mes una cuota para permitirnos a que hagamos en sus instalaciones uso de los artilugios de hierro desplazándolos en todos los sentidos y direcciones desde posturas cada vez más sofisticadas.
Sí, estoy hablando del gimnasio..., de mi gimnasio, al que acudo cada segundo dia a las 17:00 para primero tomar un café con leche en el bar de enfrente..., café no muy bueno por cierto, pero cuya falta de sabor y calildad se ve compensada por el atractivo de la camarera que lo prepara. Tampoco vamos a pedir mucho por los 90 centimos que nos cobra...
Bueno, después del café pues subimos mi compañero de entrenamiento y yo al gimnasio y nos ponemos a entrenar...

Lo que más me hace pensar es la evolución del concepto de gimnasio. Mientras que antes en los gimnasios abundaban sobre todo hombres empapados de sudor que levantaban cargas pesadas y gritaban con cada esfuerzo, ahora no, ahora hay gimnasios para mujeres y hombres, y cada vez hay más actividades.
Antes que había? Pues lo de siempre, unas cuantas barras, unas cuantas pesas, un saco de boxeo y nada más. Si querías correr, pues ibas a fuera o venías desde casa.

Ahora ya son de lo más chic: en el mio, no muy grande ni muy pequeño (el gimnasio, digo), pues, aparte de las barras y pesas tienes dos cintas para correr, o sea, que en vez de correr fuera o venir corriendo, corres en una cinta que se desplaza a velocidad variable pero sin que te muevas tu de sitio. Después tenemos unas cuantas bicicletas estáticas, que funcionan a semejanza de la cinta..., pedaleas, pero no te mueves del sitio. Tres mutaciones de actividades completan la maquinaria rara: un step (del inglés: paso..., que subes escalones sin moverte) y una elíptica (esqui de fondo sin nieve, ni frio ni desplazamiento)...
No, esto no lo es todo. Como si no llegase, pues tenemos aún la sala de aerobic en la que eso, una sala en la que, como si no llegasen las maquinas citadas anteriormente, pues eso, te hacen sudar de formas muy distintas -ninguna de ellas sexual- moviendote según coreografías determinadas en grupo... con o sin ayuda... teniendo aqui ciclo indoor (como dice el nombre, ciclismo a puertas adentro), aerobic, body pump etc etc.

Es destacable el hecho de que la mayoria de los abonados a este centro de sufrimiento para mayores de 16 años venimos en coche, para practcar actividades que podríamos hacer en casa con una bumbona de butano, una caja de cervezas, correr alrededor de la casa o subir las escaleras... o por lo menos dejar el coche en casa e ir andando al gimnasio...., pero debe ser que ya que pagamos por hacer deporte, valgame Dios hacerlo sin pagar por ello...
Bueno, yo paso casi mayor parte de mi hora de tortuta autoinflingida en la sala de pesas prácticando una actividad que puede aprender incluso el chimpancé más negado: me siento en la maquina determinada, escocjo el peso, hago mis movimientos con las cargas y, una vez alcanzado el numero de repeticiones, pues me levanto de la maquina doy un minipaseo por el gimnasio (desplazándome de verdad) me miro en los espejos que ocupan toda la pared, como si ya notase el crecimeiento de mis musculos me siento otra vez en la maquina y sigo, hasta que cumpla con mis repeticiones y series.

Es de resaltar el comportamiento del hombre masculino, muy masculino, o sea, el hombre macho en este su habitat. El comportamiento es idéntico al que tiene cando está orinando al lado de otro: escha un vistazo y compara. Pues en el gimnasio hace igual incluso casi pero que dos amigas mujeres:
-"Viste ese? Joer, entrena menos que yo y tiene más musculo. Seguro que se mete algo..".
Pero de alguna forma lo admira, siendo el cotiileo barrato una forma más de escisarse de no seguir un régimen o programa de entrenamiento con más disciplina.
Destacable es el paralelismo al con el mundo natural. Si, tambien en los gimnasios los hombres buscamos impresionar a las mujeres..., por lo que casi todo el mundo cuando una mujer entra en la sala de pesas, los hombres colocamos más peso de lo que realmente somos capaces de levantar para intentar mover ese amasijo de hierros sin bhacer ninguna mueca que delate nuestro esfuerzo, para una vez que la presa deja la sala de pesas soplar, respirar para volver a coger aire.
Bueno, esto es lo que practicamos miles y miles de hombres en los gimnasios todos los dias...

Una vez finalizado..., pues tomo la ducha pertinente y consiguiente y me voy a casa.

Jimenez Lossantos...

-¡Hablas como Jimenez Losantos!
Eso es lo que me dijo mi primo este fin de semana.
La gente que me conoce ya sabe mi opinión sobre este periodista o locutor radiofónico y de mi incapacidad para escuchar todo un programa suyo entero. Varios han sido los intentos de bajarmelos desde la página web de la emisora de los obispos, pero en ningina ocasión fui capaz de aguantar hasta el final..., sea porque echo de menos un mímnimo de educación o porque soy de los que defienden que la gente, sea quien sea se les debe nombrar por sus nombres y no por apodos, muchos de ellos malintencionados. Y sé que tengo razón, ya que muchos le interpuusieron demandas, sean del partido que sean y con las consiguientes descalificaciones por parte del denunciado una vez notificado.
Se puede mostrar su crítica a gobiernos, políticos o equipos de fútbol ya que nos lo permite la libertad de expresión, pero emplear la libertad de expresión como lanzadera para insultos, menosprescios, etc es algo que está ya fuera de lugar. No me extraña que poca gente comparta su metodología, como por ejemplo el presentador, humorista y productor Andreu Buenafuente que inluso reechazó recoger el Micrófono de Oro del año 2007 por serle a Jimenez Losantos concedido el mismo premio en la categoría de radio, ya que , porque no quiero estar en el mismo palmarés que un personaje cuya concepción de la radio es por completo ajena a la mía.
Quién conoce a Buenafuente y su programa sabe que también se suele meter con los políticos, pero a su forma y sin faltarle al respeto a nadie, como demuestras que muchos políticos, de todas las corrientes políticas acudieron a sus programa o, en su defecto, lo invitaron a sus sedes para ser entrevistados, como fueron José Luis Rodriguez Zapatero, Mariano Rajoy, Carme Chacón, Josep Lluis Carod Rovira y Alberto Ruiz Gallardón entre otros.
-Hablas como Losantos, por mucho que te joda.
-En qué te basas para decir eso? Si yo no insulto a nadie nunca? pregunté para obtener una razón, explicación o algo.
A lo que me respondió -es qué el tampoco sabe decir la "r" bien, como tú. Pronuncia las palavbras con "r" igual como tú..., a lo mejor también estuvo en Alemania.
Me hizo gracia, incluso reírme, ya que mi primo de seis años se fijó en esa particularidad que tenemos (también creo que es la única cosa) en común Jimenez Losantos y yo, ya que debido a haber vivido 18 años en Alemania conservo un leve accento alemán cuando hablo castellano y la "r" es una de esa particularidad.