miércoles, 10 de octubre de 2012

Yo no soy español, español español...


Manda huevos con el ministro de (in)cultura ese.
Antes de nada, uno intenta no estereotipar a los distintos países, estados o naciones en nuestro entorno más cercano o más lejano, pero en el caso de esto también conocido como España parece cada día más difícil.19 años viviendo en Alemania intentando convencer a cuantos alemanes me fuera posible de que no, de que España no es así, pero al final creo que vivía en un mundo imaginario y los que tenían razón eran ellos, los alemanes.Y lo peor, parece cada vez más que este nuestro gobierno que nos desgobierna quiere imponer desde arriba una uniformidad heterogénea en todo el territorio comprendido entre Portugal y Francia.Y si, me está tocando los huevos, y mucho.Odio el flamenco y las peinetas; también odio las corridas de toros y sí, por qué no negarlo, me encanta cuando un toro cornea al torero, más que cuando un boxeador noquea a su contrario. Tampoco me gusta Chiquito de la Calzada ni la selección de fútbol, rediosss, y sí, prefiero Federer a Nadal y que Vettel sea el campeón de la Formula 1Si ser español es comulgar con lo anterior, pues casi que prefiero no serlo, por qué tener que hacer cosas que uno no quiere o siente, no?También, como filólogo frustrado y persona que domina cinco idiomas y entiende tres más uno ya está saturado de que muchísimos, demasiados españoles no entienden todavía que hay "territorios" que poseen una lengua más, además del castellano. Lenguas antiguas, ricas y respetables (todas). Las personas que hablamos dichas lenguas tenemos derecho a usarlas en nuestros respectivos territorios. 
Mientras un euskaldun o un gallego no pueda ser atendido en euskera o gallego en cualquier ámbito público de su comunidad, tendremos problemas. 
Mientras un canario no pueda hacer lo propio en español a lo largo y ancho del territorio, también. 
Esto no es una cuestión política. Es cultura. 

Yo no le doy ni mas importancia a ninguno de los dos idiomas oficiales y doy por sentado que si viajo a un territorio con dos idiomas oficiales pueda pasar que me hablen en cualquiera de los dos y que sí algún día tenga que irme a trabajar a Bilbao, Donosti o Lleida tendré que estar dispuesto a aprender el otro idioma oficial y que se eduque a mis hijos -si los tengo- en ellos, como mis padres tuvieron que aprender alemán y a mi me educaron en alemán.

Si el señor Wert se refiere con españolizar a uniformizar todo el territorio estatal con erradicar 'al otro idioma oficial', vestir peineta, ir a los toros ir a misa los domingos antes de animar a la selección pues a lo mejor tampoco quiero ser español y no por solidaridad con Arnaldo Otegi o Artur Más, sino porque no concibo que tenga ser español de la misma forma que lo es un madrileño, ni serlo menos por tener una lengua más, como tampoco es un habitante de Baviera más, ni menos ni de la misma forma alemán que un berlinés.


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