lunes, 7 de diciembre de 2009

Una de cuernos a cuatro patas...

Que la rubia gallega es especial y que nos hace la boca agua ya lo sabíamos mucho antes de que Paula Vázquez se hiciese famosa, eso si, pero evidentemente ninguno de nosotros cogería a la susodicha ex-presentadora de los Euromillones y la pasaría vuelta y vuelta por una parrilla...
Me refiero a la otra clase de rubia gallega, con cuatro patas y cuernos... No... no, esa no. .. Me refiero a una vaca made in Galicia.

Se da el caso de que un ganadero retirado vendió una pareja de bueyes de la raza antes nombrada por 18000 € la unidad, es decir, en letras: DIECIOCHOMIL, UNO OCHO CERO CERO CERO, porque, debido a la consistencia de la carne, engordada por los centenares de kilos de harina de maiz que come un bicho de esos a la semana durante sus más de 5 años de vida le da un sabor único que no tiene nada que envidiar a sus colegas japoneses, los bueyes de Kobe..., que cuyo precio ronda tambien al de los bueyes nuestros.

Pues eso, a cambio de esos miles de euros un gourmet madrileño, vasco o catalán puede saborear la carne gallega...
Vaya precio para un buey que acaba en un plato adornado por unas cuantas hojas de lechuga y una que otra pataquiña fritida, pensarán unos. Ese ganadero se forra, pensarán otros.
Ni mucho menos, digo yo, porque, sí uno de esos bichos con cuernos come unos 20 kilos de harina al dia, cuyo precio ronda unos 7.50 € en cualquier cooperativa gallega llegamos a que un buey en sus 6 años de vida consume unos 16000 € en harina de maiz, sin contar los gastos veterinarios y otros gastos asociados a su cria y estabulacion.

Vale, tambien es verdad que la mayoria de los criadores de bueyes son ganaderos retirados que ven en esta actividad una forma de matar el gusanillo de tener algun animal por el que preocuparse y que el maiz es plantado sus propias fincas y, por lo tanto no se dedican profesionalmente a ello, pero otra cosa es obligarles bajar el precio para que tambien pierdan dinero, como ya hacen sus compañeros productores de leche.

Lo que me hace gracia aqui en Galica es que una vez que surge una idea, ya vienen los espabilados de turno con la idea de siempre de asociarse en un sindcato o asociación de turno, para proteger al producto de turno, como pueden ser los mejillones o en este caso el boi rubio.
Hasta ahora el criador se lo vendía en primera mano al restaurante de turno, tras negociar durante mucho o poco tiempo, dependiendo de la pacieincia o necesidad de cada uno, pero ahora ya surge la necesidad de proteger al boi y poner los mecanismos necesarios para asegurar que se consuma solo en Galicia, es decir, que si en un futuro cercano algun ganadero espabilado, despues de criar con mimo y dedicacion durante media decada un boi de esos rubios y se le ocurre venderlo a un restaurante de Madrid, porque es el que paga más, que pague el canon o multa pertinetente a la asociación, regentada por el Michael Corleone de turno.
Sobran los ejemplos para dejar que este negocio se les escape de las manos a los que los crearon, porque sino miremos al mercado lácteo, el de las patatas o de los mejillones..
Asi que, queridos espabilados, si no nos podemos permitir invertir lo necesario para la cria de uno, dos o tres de estos maravillosos ejemplares - trabajo, dedicacion, sacrificio y mimo - no nos quejemos del precio que hay que pagar para saborearlos, porque al fin y al cabo, como dicen en Catalunya: la pela es la pela, y el ganadero de harina de maiz no se quiere alimentar.

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