domingo, 26 de abril de 2009

¿Sólo diez partidos?

En el futbol parece que rige la misma regla que en el amor y en la guerra: vale todo. A Pepe, jugador blanco -nada que ver con Pepiño Blanco, al que seguro que más que uno le gustaria darle una patadiña que otra - le han caido solo diez partidos .
¿Has pensado que te sucedería, mi querida lectora o distinguido lector, si en la calle se te da por dale dos patadas a un tio que está tendido en el suelo, un puñetazo a otro para despues insultar al personal encargado de velar por el buen funcionamiento del lugar?
Al no haber daño físico, no sería un delito. Pero sería condenado por 4 faltas. tres por las agresiones y una por los insultos.
Un juez te podría imponer una sanción de servicios sociales, que tanto necesita este alterado Pepe. Y una multa, que valoraría en función de su salario. Su sueldo, claro, es elevadísimo. Yo lo pondría a limpiar letrinas, a repartir mantas entre los inmigrantes sin papeles que llegan en patera a nuestras costas padeciendo hipotermia o trabajar en una cocina económica durante una temporada para bajarle los humos al planeta tierra. Y no me cortaría con la multa.
¿Por cierto el Madrid no piensa multar a Pepe y a Marcelo?
Pues parece que no, porque mientras que el presidente, que parece más un Ultra Sur metido a directivo, se queja de lo exagerado que es, Juande Ramos, el que dejó a su equipo de hace dos años en mitad de temporada con el recuerdo de la muerte de su compañero de vestuario Antonio Puerta sin digerir del todo para convertirse en el entrenador mejor pagado del mundo simplemente dice que no se pueden comparar las pulsaciones de una persona que se está jugando la liga delante de cien mil espectadores con las pulsaciones de los currantes de la calle.
Claro que no, porque Pepe no sabe -ni sabrá- lo que es hacer cuentas para pagar las letras de la hipoteca, o perder tu trabajo por no sé que crisis y no encontrar uno nuevo por tener ya cuarenta y tantos o cincuenta y pocos años.

Hemos convertido en dioses a estos demonios del fútbol. Los hemos forrado con dinero y así lo que recolectamos son individuos capaces de protagonizar para las cámaras, y miles de niños, un ataque de ira despreciable. Y lo peor, les defendemos y justificamos, en vez de censurarlso. Es como si aplaudo a mi hijo porque apalea a otro en los columpios.
Lo que hizo Pepe sobre la lona del Bernabéu merecería que la fiscalía actuase de oficio para buscar la sanción que recibiría un civil y que, a nivel deportivo, lo sancionasen de verdad, mínimo tres meses, sin poder jugar al fútbol, no solo en el Madrid. Tampoco con su selección. Esa sería la manera de devolver a la cordura a estos fantasmas que hemos creado por la simple razón de que, en pantalón corto, tocan bien un trozo cosido de vaca. Porque vidas no salvan.

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